En memoria del guionista de historietas y escritor Héctor Germán Oesterheld, autor de "El Eternauta", quien fue secuestrado y desaparecido por las Fuerzas Armadas en La Plata.
El mismo destino sufrieron sus cuatro hijas; Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18).
No se conocen a ciencia cierta las circunstancias ni la fecha precisa de la muerte de Oesterheld, aunque se supone tuvo lugar en 1978
Como es de público conocimiento, el sitio Netflix comenzó a rodar la adaptación de una de las más icónicas e importantes historietas de Latinoamérica de todos los tiempos, la inconmensurable obra del detenido – desaparecido Héctor Oesterheld llamada “El Eternauta”.
Obra cumbre de nuestra literatura. La trama se centra en una invasión alienígena a la Tierra mediante una tormenta de nieve tóxica que termina con gran parte de la población y la historia de la resistencia de sobrevivientes en Buenos Aires. Su protagonista es Juan Salvo, el Eternauta, quien en un ejercicio de ficción narra lo sucedido a través de la pluma maestra del entrañable Oesterheld.
El trabajo se centrará en el benemérito formato de serie, vaya a saber en cuántos capítulos y temporadas, teniendo en cuenta el éxito del mismo o no.
Durante muchos años varios directores cinematográficos barajaron la posibilidad de llevar al cine la obra. Desde Aristarain, pasando por Pino Solanas hasta Gustavo Mosquera, la temática profunda desde una visión futurista y singular se intento realizar, encontrando cada uno de los realizadores el escollo de siempre, lo económico y el costo de retratar y ambientar una Buenos Aires devastada por alienígenas (bastante parecida a la devastación actual, generada por el (circo) arco político reinante.
Hasta Lucrecia Martel intentó recrear el derrotero de Salvo, renunciando al mismo por sostener diferencias con familiares del guionista.
Y el novedoso encantador de serpientes, el monopolio del entertainment global llamado Netflix, puso manos a la obra para sumarla a su catálogo de novedades, rompiendo en mil pedazos la misma o realzando sus virtudes.
Salvo que sea una extrema adaptación libre y super libre, la pre producción del futuro trabajo comenzó bastante mal mediante la elección del protagonista.
Bien sabemos que Ricardo Darín es un muy buen actor, eso es indudable. Es grieta también, como todo aquel que se hace ver en cualquier ámbito y logra una cierta popularidad. Actor que supo delinear inteligentemente su carrera actoral, que desde productos pasatistas y anestesiantes como “La carpa del amor”, hasta la representación del Fiscal Strassera en "1985", supo caminar el sendero del cine nacional aprovechando la veta que se abrió en su carrera a través de ser la cara visible de los productos Campanella, que lo llevaron a ser tenido en cuenta por los jóvenes y distintos directores de aquella movida de mediados de los ´90 llamada “nuevo cine argentino”, Baluartes como Bielinski o Pablo Trapero lo incluyeron en sórdidas historias de nuestro costumbrismo cinematográfico, y un trabajo como “El secreto de sus ojos”, lo tuvo como protagonista, alzándose la estatuilla llamada Oscar.
Palmas diversas, méritos y trabajos no le faltan a nuestro representante actoral en el planeta tierra, es en extremo taquillero, porteño simpático, jodón,"pillo", y cualquiera de sus trabajos genera éxito y dinero.
Teléfono para los productores, Stagnaro (que es el director del trabajo), y Netflix mismo: Juan Salvo desarrolló su historia de lucha contra los extraterrestres teniendo 21 años y el sexagenario actor pasó el límite veinteañero hace bastante tiempo.
Entiendo y comprendo sobremanera que todo es mainstream y que la producción desea ganar y ganar dinero. Sumamente comprensible. Pero desacertaron la elección, puesto que de movida desvirtúan el esquema que Oesterheld confeccionó para representar a Salvo, empleado de una fundición, atlético y dinámico.
Espero que no introduzcan al actor en cuestión en un gimnasio por 8 meses, y que deconstruya su cuerpo para forjar un físico de superhéroe de Marvel, puesto que tal vez desean someterlo a un lineamiento que no se condice con la esencia pura de quien lo relata y para sumar espectacularidad, lo conviertan en algo así como un Lou Ferrigno de estas pampas.
La señal de cable entretenimiento notó que desde “The last of us” idea que proviene de los videojuegos, los latinos también pueden ser héroes o desde “Black Panther” los africanos pueden dejar dividendos en las arcas del entretenimiento enjuaga cerebelos; pero esperemos sinceramente que no excedan límites e intenten respetar la orientación pura y plena del Eternauta caminante que no se enfrenta a 70 multiversos y resulta victorioso.
De eso, que se encargue el Dr. Strange.
La obra de Don Héctor generó una metáfora directa hacia un sistema opresor y dictatorial y el ímpetu y el deseo de su escritor por abrir cerebros y generar conciencia plena para resistir aquel embate.
Aquellos que tuvieron la suerte de leerla sabrán y recordarán las angustias y el eje fundamental de la problemática de su protagonista ante los avatares abordados.
Más allá de la complejidad que posee el hecho de ambientar, de situar locaciones que nos conduzcan a una época bastante pasada y de todo aquello que el mundo del show business puede lograr, espero de corazón que logren un trabajo que honre la memoria de una de las máximas mentes creativas de nuestra región y que sea un homenaje a su conducta y criterio social, comprometido y honesto.