El film no es un documental deportivo, sino la herida expuesta y emotiva de un guerrero vencido en su reclamo. Un acercamiento a la historia de una vida intensa y vulnerada
"VILAS, SERÁS LO QUE DEBAS SER O NO SERÁS NADA"
Género: Documental
Director: Matías Gueilburt
País: Argentina
Año: 2019
Plataforma: Netflix
En los años setenta Guillermo Vilas puso su deporte en la vidriera del entretenimiento. Por primera vez el tenis en Argentina se popularizó debido a sus hazañas seguidas por televisión. Los chicos comenzábamos a usar chombas y pantalones cortos blancos para ir a las plazas e imitar con paleta en mano al ídolo de vincha y raqueta que realizaba muchos triunfos en el centro del mundo.
Willy rozaba el primer puesto y entusiasmaba de alegría a todos, le creíamos, lo seguíamos. Un deportista de máximo profesionalismo, exigencia y competición en donde su meta era ganar casi sin advertir contra quién, como si compitiera solo consigo mismo.
Eduardo Luppo, era por aquellos tiempos un joven tenista aficionado que luego se convirtió en periodista referente del mundo del tenis. Luego los años lo acercaron a un trabajo de investigación que comenzaría en 2008 y demoraría 12 años en revelar la legitimidad nunca reconocida del primer puesto para Guillermo Vilas en el ranking mundial de la ATP (Asociación Tenistas Profesionales), correspondiente a cuatro décadas atrás.
El audiovisual “Serás lo que debas ser o no serás nada” (Netflix) de Matías Gueilburt, trata acerca de esa investigación en donde expone que entre 1973 y 1978 Vilas desarrolló toda su potencia para ascender a las primeras clasificaciones mundiales, y entre julio y septiembre de 1977 obtuvo 53 victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo, resultados merecedores de haber ocupado un primer puesto mundial que jamás se le otorgó.
El audiovisual “Serás lo que debas ser o no serás nada” (Netflix) de Matías Gueilburt, trata acerca de esa investigación en donde expone que entre 1973 y 1978 Vilas desarrolló toda su potencia para ascender a las primeras clasificaciones mundiales, y entre julio y septiembre de 1977 obtuvo 53 victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo, resultados merecedores de haber ocupado un primer puesto mundial que jamás se le otorgó.
El film no es un documental deportivo, es herida expuesta y emotiva de un guerrero vencido en su reclamo. Un acercamiento a la historia de una vida tan intensa como vulnerada, resumida en la grabación -al parecer accidental- de una conversación entre Luppo y Vilas, en donde Guillermo quiebra de impotencia ante la arbitrariedad que siempre padeció.
Al menos desde nuestro lugar -que no es el de críticos sino de opinión- rescatamos y recomendamos cruzar películas de este tipo, que conducen a ocupar el lugar del otro, y ubicarnos frente al reflejo inmediato de lo humano.