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"The Idol" (El ídolo – 2015)

Dirección: Hany Abu-Assad

País: Palestina

Año: 2015

Un dramaturgo y escritor perteneciente al barroco literario llamado Calderón de la Barca, supo sostener en una de sus más importantes obras llamada “La vida es sueño”, que Toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.

Con extrema y natural precisión el film describe el cotidiano contexto de personas comunes dentro de una región devastada por la guerra que no resignan la idea de vivir una vida diferente. Observando las reales imágenes de una Gaza bombardeada mientras el protagonista canta conduciendo su taxi no hace falta discurso o ideología alguna para darse cuenta de qué se trata tanta irracionalidad concebida.

Una forma de redescubrir al siempre olvidado y postergado pueblo palestino que habita en algo así como un Capernaúm moderno en espera de aquel que quite de un plumazo el mal y los conduzca a vivir una vida plena

Por Hugo Bertone

En este caso, desde el séptimo arte encontraremos algo parecido a los versos recitados por Segismundo en aquel drama teatral, pero desde un modo de concreción absoluta de idea, una necesidad y una capacidad que no se echa a perder, un sueño que se torna real y que sirve como ejemplo humano entre un mundo tan descreído y carente de fe.

 

En la línea de “Slumdog Millonaire” (Danny Boyle/2008) o “Billy Elliot” (Stephen Daldry/2000) “Idol” nos sumerge a un mundo que muchos no desean ver, nos pone de cara a las necesidades humanas que se plantean a miles de kilómetros de la comodidad de nuestro hogar, una región que parece extraída de otro mundo pero que es producto de los más ladinos intereses políticos y económicos de aquellos poderes siempre dispuestos a eliminar la esperanza misma.

 

Hany Abu Assad, director y guionista de origen Palestino, creador de un reflexivo e interesante film que cuenta la historia de dos jóvenes que se preparan para realizar un ataque suicida contra Israel (Paradise now, 2005) es el encargado de manejar las emociones en su justo momento, recurriendo a la sensibilidad explicita con un sorprendente dinamismo, volcando toda su experiencia y profesionalidad en el camino de mostrar un producto creíble y honesto que apunte a la línea de la superación humana.

 

Drama con tintes de comedia basado en un hecho real, el film cuenta el devenir de Mohammad, un joven habitante de la conflictiva franja de Gaza que sueña con poder cantar en el teatro de la ópera de El Cairo, Egipto, y que todo el mundo oiga su voz. Con la idea a flor de piel, logra escapar de su ciudad y llegar a las audiciones para Arab Idol, un popular concurso de talentos de medio oriente.

 

Inspiradora y contundente, el trabajo no posee golpe bajo alguno ni se convierte en un manifiesto panfletario, resulta ser una historia que merece contarse dentro de una convencional estructura de narrativa visual, que intercala material documental de la época hacia el final generando un preciso y atractivo montaje, se aparta del tradicional estilo de biopic tradicional para dar paso a una reflexión que generará el hecho de ver imágenes de un pueblo devastado y la contracara del Egipto de las luces y el glamour y en el medio, un joven que observa cómo toda aquella catarata de fama repentina, le produce en su interior una responsabilidad que excede la de ser un cantante popular convirtiéndose involuntariamente en un icono, en la voz de una región cargada de problemáticas límites.

 

Todo se encuentra centrado y explícito, la dinámica gira en torno a la lucha humana por cumplir un sueño profundo fuera de posturas que favorezcan al Israelita o al radicalismo Islámico, más allá de secuencias que muestran lo complejo que resulta ser parte de un contexto social difícil, de hecho, aquellos que indaguen la verdadera historia del personaje, descubrirán que determinados elementos de la ficción, son momentos exactos biográficos.

 

En su primer tramo hallaremos la historia de Mohammed niño, quien junto a su hermana y amigos desafían todo entorno con tal de dedicarse a la música. En el segundo, la adultez lleva al cantante a transitar por un camino que cuenta con dilemas y decisiones a resolver. Con extrema y natural precisión se describe el cotidiano contexto de personas comunes dentro de una región devastada por la guerra que no resignan la idea de vivir una vida diferente. Observando las reales imágenes de una Gaza bombardeada mientras el protagonista canta conduciendo su taxi no hace falta discurso o ideología alguna para darse cuenta de qué se trata tanta irracionalidad concebida.

 

Este entretenimiento para pensar cuenta en su faz técnica con un decoroso montaje, una interesante labor de imágenes de archivo de imágenes televisivas y una atractiva música árabe dentro de su BSO parte más que importante de este producto edificante que convierte a la sencillez, en virtud.

 

El Israelí Tawfeek Barkhom (La primera Profecía – Conspiración en el Cairo) da vida al exitoso cantante de un modo profundo, sin falsos pasos actorales, trabajando mucho con su mirada y generando de forma convincente un segmento de la historia de aquel joven que luchó por conseguir un reconocimiento artístico en tiempos difíciles para implementar emociones reales y profundas mediante el carril denominado música.

 

Película que merece ser descubierta. El real Mohammed dijo sobre el film: “El 80% es real, y el otro 20% es ficción. Pero ese 20% explica mucho mejor lo que ocurrió que la propia realidad”. El joven hoy es una figura rutilante dentro del pop árabe y Embajador Regional ante Naciones Unidas para los refugiados palestinos.

 

Aquella presencia de un bloqueado más por el sistema político demente en un concurso televisivo, resultó esperanza plena para un pueblo que salió por vez primera a manifestar en apoyo a su crédito en la canción de medio oriente y cómo la música pudo apaciguar almas por un momento y alejar a miles del flagelo que resulta vivir dentro de una zona de conflicto permanente.

 

Una forma de redescubrir al siempre olvidado y postergado pueblo palestino que habita en algo así como un Capernaum moderno en espera de aquel que quite de un plumazo el mal y los conduzca a vivir una vida plena.

 

Una historia simboliza lo que aun poseemos como especie humana: Los sueños, que muchas veces, es lo único que nos queda.

Enlace a la película:

.https://youtu.be/HejV1OiSmtc?si=YyxN-NO31ClRCAEu

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