

Esas amplias estructuras que no conducen más que a enajenar y destruir mejoras humanas, ponen de manifiesto el alto grado de inhumanidad reinante en un sistema de ostracismo total ante aquellos que necesitan amor más que golpes, y la capacidad nula para la ayuda e inserción social de personas con problemáticas diversas
"Las tumbas" (1991)
Al finalizar de ver este necesario film, el mismo me llevó a recordar los conceptos del filósofo francés Foucault, y su visión de los lugares de confinamiento.
He aquí una obra que posee la virtud de poner en el tapete el despótico sistema de trato hacia el interno en los institutos de minoridad o mal llamados "reformatorios juveniles".
Este trabajo genera un punto de reflexión interesante ante tamaña situación acontecida a través del tiempo y sin mejora alguna, desde la óptica de un niño víctima sistemática de un encuadre casi ancestral de exclusión e indiferencia, en el cual ningún marginado podría salir ileso del mismo, y desde su pensamiento en off y las situaciones extremas que enfrenta, reflexiones certeras y reales.

La historia cuenta el devenir de Pollo, un chico de la calle que recorre varios reformatorios de menores y en uno de ellos, los celadores y las autoridades mediante una coacción perversa, intentan convertirlo en delator de sus propios compañeros.
"Las Tumbas" es un descenso directo a esos infiernos, resulta el ingreso a un sitio colmado de demonios con apariencia humana, rectos, religiosos, patriotas y probos, que ejercen una metodología drástica y no conductiva a la hora de mejorar la calidad de vida de quienes requieren amor para vencer tanto mal.
En ese infierno de niños librados a un destino no promisorio la única redención que encuentran es la de poder sobrevivir, exacerbando virtudes de adultos, saltando etapas y sorteando extremas dificultades para poder así sobrevivir, cegando y sesgando su misma infancia.
Esta producción no resulta fácil de digerir, ni una estudiantina cargada de matices de artificio. Podemos observar en el trabajo la continuidad de hábitos religiosos a imponer y los valores morales de aquellos que manejan estos claustros, en contraposición y contradicción con sus hechos y actitudes salvajes y despóticas dentro de espacios amplios, fríos y vacíos, correccionales que no corrigen problemáticas si no que las conducen al extremo mismo de la degradación humana. Estos conceptos están más que claros en la novela de Enrique Medina, uno de nuestros más grandes escritores contemporáneos.

Por momentos Pollo intenta simplificar la crudeza reduciendo el dolor en pocas ideas, como buscando una explicación ante el duro transcurrir vital y el por qué del mismo, pero la cruda realidad lo azota con látigos de furia y agudeza, cada vez que su humanidad logra un instante de sosiego.
Javier Torre, hijo del gran Leopoldo Torre Nilsson, se coloca detrás del lente en la misión de dirigir una obra, dura y simbólica, realizando su labor con alta jerarquía, desde la construcción de imágenes en el desarrollo de la artística del trabajo, y con el tino exacto de retratar lo dramático y que le sirva al espectador para generar en su interior una reacción de conciencia y criterio, más que de una magra sensación.
De montaje, encuadre y dirección de arte de excelencia, cuenta con una banda sonora acorde a lo desarrollado, compuesta por el inmenso José Luis Castiñeira de Dios, músico experimentado a la hora de musicalizar conceptos de imagen.
En la faz actoral, no solo son destacables los roles cortos de Federico Luppi, Jorge Mayor, Norma Aleandro, el gran Pompeyo Audivert y la inmensa Isabel Quinteros, si no que el desarrollo de la obra queda en manos de Eduardo Saucedo, el Pollo, que logra mostrar aquel mundo que no muchos queremos saber, y menos observar. Aquel otro mundo de otras historias de seres iguales a nosotros.

Existen muchos "Pollos" de vulnerabilidad extrema y muchos celadores de correccionales con doble moral. Mucha ambigüedad y desatino en el marco de la labor social ante la problemática que aborda esta gran obra.
Solo desde nuestro movimiento a la hora de tomar partido por ayudar a quienes necesitan de nosotros, a quienes se encuentran en la opresión del desamparo social, familiar y moral y necesitan de manos sinceras, podremos erradicar infiernos temidos y construcciones humanas que se realizarán en un marco de odio y maldad de cara al futuro.
Y el cine como siempre, carril de muestra e interpretación, colaborando con difundir en este caso la crudeza para así poder darnos cuenta y comenzar a tender los puentes correspondientes en el derrotero de construir una humanidad mas digna, justa y solidaria.





